Es el símbolo de un estado de guerra hundido en el cuerpo, un conflicto entre las aspiraciones interiores y exteriores. El cuerpo es el escenario sobre el que se expresa aquello que no hemos sabido captar a otros niveles: intelectual, emocional y creativo-sexual.
¿Cómo se pueden evitar?
La mejor medicina consiste en ser capaz de enfrentar con valor cualquier conflicto, asumiendo las luchas que sean necesarias. La invasión también significa que nuestras defensas estaban muy bajas.
Necesito un ejemplo: ¿Cómo puedo afrontar un principio de neumonía?
Cuando nuestros pulmones están afectados, ello nos obliga a tomar conciencia sobre un posible conflicto de comunicación, de intercambio…
Infecciones por hongos, por bacterias o por virus ¿Cuál es la diferencia?
Los hongos son plantas que se establecen en partes muy debilitadas, casi muertas. Un hongo en los pies que afecte a las uñas indicará que no nos aferramos bien a la tierra, nuestras armas defensivas (uñas = garras) ya no nos defienden.
Las bacterias tienen más movilidad, no son organismos vegetales, por tanto su capacidad de expansión también es mayor. Son en esencia guerreros nobles cuya estrategia consiste en multiplicarse a enorme velocidad. La fiebre es un mecanismo de defensa contra ellas. Cuando se impide que se multipliquen la guerra está ganada, es lo que hacen los antibióticos ofreciendo un material de construcción que es una trampa, un material que se desintegra provocando la muerte de las mismas.
Los virus son más peligrosos, no luchan de forma abierta como las bacterias. Son más refinados y con un esfuerzo mínimo, de manera sigilosa e inteligente, avanzan en su invasión. El propio cuerpo es utilizado para crear a sus enemigos.
¿Podría utilizar algunas metáforas para acabar de explicar el comportamiento de estos invasores?
Los hongos serían como los ejércitos medievales cuando asaltaban un castillo. Es un conflicto convencional muy ligado a un lugar determinado, “rodeamos el castillo y los incomunicamos “
Las bacterias simbolizan el choque entre dos ejércitos (la primera guerra mundial) donde “el combate es hombre contra hombre” El más fuerte vence y conquista el espacio en litigio. Las bacterias, para vencer, deben conseguir que su velocidad de multiplicación supere a la de los anticuerpos de la defensa.
Los virus son estrategas, actúan como los quintacolumnistas de un ejército enemigo. Se mueven en secreto, de manera silenciosa, como los espías de la Segunda Guerra Mundial, socavando las instalaciones defensivas del adversario (su sistema inmunitario) Trabajan detrás de las líneas y no son fáciles de identificar…
¿Cuál es el peligro de estos ejércitos invasores?
Lógicamente los hongos luchan de una forma muy primitiva y necesitan que su adversario esté muy debilitado para tener éxito. Las bacterias son más móviles y peligrosas, mientras que los virus han demostrado ser impredecibles y amenazantes, ya que siguen las estrategias de campaña más modernas.
Extracto de “Nuevos caminos para sanar”, Ruediger Dahlke.
Imagen: Felix Girard