Tengo acné. Me apareció en la adolescencia, pero parece que vino para quedarse…
El acné señala un deseo de no acercarse a los demás, de no dejarse ver demasiado, sobre todo de cerca. Un problema de piel que muestra poca autoestima.
¿Podemos recordar el significado de la piel?
La piel es la frontera entre nuestra intimidad y la sociedad. La superficie donde se expresan todas las emociones: el deseo, el miedo, el estrés, la ansiedad, etc.
Tengo demasiados años para continuar con este problema tan “juvenil”. Muchas veces me preguntó: ¿por qué en la cara?
La cara es nuestra carta de presentación pública, la imagen e identidad hacia la mirada del otro. Normalmente es en la adolescencia cuando se estrena una nueva identidad y el acné señala que hay una nueva energía que quiere salir pero frenamos. En otras edades también podemos reprimir determinadas energías y ahí estará el acné recordándonoslo.
¿Cual es la función de esta grasa en la cara?
La grasa sirve, entre otras cosas, para ocultar o destacar una zona. Puede que el acné señale una personalidad tímida a la que le falta confianza y madurez. Alguien que tiene miedo al juicio y la mirada de los otros.
Es por tanto una defensa…
Por medio del acné tratamos de protegernos a nosotros mismos del mundo exterior, porque el acné ayuda a que no se nos acerquen y, a que las cosas y las agresiones nos resbalen. Nos afeamos, es un rechazo inconsciente que nos aísla de los demás.
Hablemos del simbolismo de las zonas en las que se concentran los granos:
-Frente: rechazo a uno mismo
-Nariz del hombre: rechazo a su masculinidad
-Mentón de la mujer: rechazo a su feminidad
-Espalda: rechazo a las responsabilidades por temor a no poder responder a ellas.
-Pecho: sentimiento de incapacidad de responder a las expectativas de los demás,
hacerse responsable de la felicidad ajena.
-Repartidos por la cara: vergüenza por las pulsiones incontroladas.
¿La vergüenza por la propia sexualidad se transforma en vergüenza por los granos? ¿Cómo lo puedo sanar?
Milton Erickson sanó el acné de un joven haciendo desaparecer todos los espejos de su casa. Cuando desatendió a la imagen que proyectaba al exterior, disminuyó el estrés…
Para curar el acné, basta simplemente con vencer nuestro deseo de belleza.
¿Hay algún acto psicomágico?
Una receta casi psicomágica se basa en exagerar la fealdad, consiste en morder un brócoli cuidando de que queden trozos verdes entre los dientes. Así debe salir a hacer su vida, tratando de sonreír lo más posible. Casi instantáneamente la presión de los granos en la cara se hará menos apremiante. Al cabo de 72 horas, el acné se volverá indetectable
¿Alguna otra receta infalible?
Abrir la puerta al otro sexo. Disfrutar de los contactos, los juegos eróticos y en definitiva, de la sexualidad.
Y recordar que nuestro cuerpo nos está diciendo que necesitamos aumentar nuestra autoestima y reconocer la propia belleza.
Plano Creativo.