-¿Qué nombre le vais a poner al bebé?- le preguntó su amiga en el segundo mes de embarazo.
-Si es niño le pondremos Pablo, como su padre, y si es niña, ya veremos…
A los cuatro meses su amiga va a visitarla a su apartamento, el cual encuentra un poco oscuro:
-He sabido que va a ser una niña, ¿habéis pensado ya como llamarla?
-Sí, la llamaremos Paula.
Estas conversaciones nunca llegaron a los oídos de Paula, pero sí supo que sus problemas con la regla, sus fracasos para tener pareja y más tarde para concebir hijos, entre otras trabas relacionadas con su feminidad, provenían de hacer sido deseada como varón. Afortunadamente decidió pintar su autorretrato con sangre menstrual, barnizar la obra y enmarcarla de plateado.
Presidió por mucho tiempo en su soleado salón ese autorretrato sanador, firmado con su nuevo nombre: Luz.
Plano Creativo, Psicomagia de Alejandro Jodorowsky.